
El director y guionista mexicano Gabriel Soriano ha encontrado buena recepción en canales de televisión internacionales. Al frente de Artesia Films -basada en la Ciudad de México, junto al productor Robert Kistner-, logró entusiasmar a Hemisphere Media Group con cuatro títulos que prometen dar que hablar: 12 rounds, Colores verdaderos, Diario de un mirrey e Invierno 13. De asegurarse pantalla para audiencias hispanas, la apuesta de Artesia pasa ahora por seducir otros mercados, y así es que llevará su portafolio de TV movies al NATPE de Budapest. Los personajes de las historias buscan rehuir de los estereotipos -en especial aquellos que grandes producciones pretenden encajar como propios del “latino”-, y por el contrario buscan encarnar a hombres y mujeres en vicisitudes que, no por cotidianas, dan pie a comportamientos heroicos. Es el caso particular del boxeador de 12 rounds (interpretado por el mismo Soriano). Al hablar de sus películas, es notable cómo el director se mete en el alma de sus personajes y en sus tramas de vida. En el plano personal, aspira a trabajar en los altos niveles artísticos y comerciales, en un momento excepcional del cine mexicano.
Durante los últimos L.A. Screenings, The Daily Television dialogó con Soriano en forma exclusiva en el lobby del Hotel Intercontinental.
¿Qué los trae a Los Ángeles?
Gabriel Soriano: Vinimos a presentar cuatro películas, que son de diferentes géneros. Con Bob hemos producido juntos siete películas y traemos cuatro. 12 rounds, un drama familiar, de acción, de un hombre cuya esposa muere y tiene que ponerse a trabajar de vendedor y olvidar su sueño de ser boxeador. Pero su pequeña hijita quiere estudiar ballet y lo motiva a que siga y regrese a entrenar para boxear. Es un drama muy emotivo que presentamos en el Festival Internacional de Cine de Tequila (Jalisco, México), y a la gente le encantó, aplaudió de pie. La película emociona mucho. Y es la primera -y creo que única- película en la que voy a actuar... quería actuar con mi hija. La vi muy chiquita y dije ‘vamos a encapsular esto…’ (sonríe). También trabaja Lalo (Eduardo) España, Darío T. Pie, Mauricio Fernández, Mario Zaragoza, trabajo con buenos actores…
Y en el Festival gustó mucho...
Gustó mucho a la gente en general y, de hecho, también a Jim MacNamara [vice chairman de Hemisphere] y a Carolina [Bilbao, VP de programación y desarrollo de Hemisphere]. Es una película muy emotiva, y muy mexicana, nos retrata muy bien a los mexicanos. También hicimos Colores verdaderos, una película de acción y romance con Hugo Catalán, Julia Marco, que es española... he trabajado con reparto internacional... Por ejemplo, en 12 Rounds tengo a Elsa Márquez, que es de Houston (Texas, EEUU), y a June Mock, de aquí de Los Ángeles. Julia Marco, de Colores verdaderos, va a estrenar ahora una serie de Netflix, en México, Macarena. Colores verdaderos es una película de acción acerca de un chavo que sale de la cárcel después de siete años, por falsificar moneda, pero lo atrapa el destino y vuelve a caer y tiene sus consecuencias. Es un drama de acción, con unas balaceras estilo John Woo, es un thriller. E hicimos una comedia romántica que se llama Diario de un mirrey, en la que un muchacho rico y acostumbrado a todo se le complica cuando su abuelo se muere, y le pone como condición de herencia que tiene que vivir con un salario mínimo, que cuando hicimos la película en México era de 56 pesos al día, algo ridículo, unos 4 dólares al día, nadie con eso puede sobrevivir.
Lo de “mirrey” es sarcástico...
Es sarcástico (risas) y tiene que ver con cómo alguien puede sobrevivir con 4 dólares al día… Es divertida y, bueno, todo esto lo hace humano, aprende, se da cuenta de que era un privilegiado y ahora tiene que comprender a las demás personas, se enamora de una chica de barrio y termina siendo una comedia romántica. Es una película donde trabaja Silverio Palacios, otra vez Darío T. Pie -me gusta mucho trabajar con él en mis películas-, José Carlos Rodríguez… Luego hicimos otra película de terror y suspenso que se llama Invierno 13, con Julia Marco, Carlos Aragón, Jordi Vall -un actor español-, Paty Bermúdez -colombiana, muy conocida en Colombia-. Es una peli de terror medio erótico, diferente porque juega con esos dos costados...
Y saliendo un poco de la parte artística, que no hay dudas que es tu pasión, ¿cómo les ha ido en la faz comercial?
Excelente. Hablamos con Hemisphere y decidieron tomar los cuatro títulos. Y no solamente eso sino que tuvimos oportunidad de platicarles otros proyectos y estamos muy entusiasmados en trabajar en otros cuatro largometrajes y una serie de televisión que tenemos ya preparada, que se llama El independiente. Otro de los títulos para película que les interesó, tal vez este año lo hacemos, es La bolita del capo, que es comedia y narco, pero más comedia. He encontrado mucho interés.
Anclarse en la cultura e idiosincrasia mexicana o latinoamericana, ¿lo hace atractivo para el mercado internacional?
Yo te había comentado que la más mexicana es 12 Rounds, esa sola. Las demás, con todo lo que les pasa a los personajes, son muy universales. De hecho es muy probable que vayamos a Budapest [NATPE 2018, 25 al 28 de junio] para presentar allí, porque creo que les puede gustar a la gente de Europa del Este. Pero 12 Rounds es una película muy mexicana porque yo creo que retrato bien el ser mexicano, la lucha, un mexicano que está en una situación de resiliencia, se le acaba de morir la esposa, cómo lo toma, que se siente víctima, y de repente entonces alguien llega y lo sacude y le dice: pues, si actúas como víctima, eres víctima… Pero si sientes que puedes enfrentar tu destino va a ser a tu favor. Es una película inspiracional: inspira a la gente a luchar. Y a mi eso me ha interesado mucho. Porque se ha enfocado demasiado el cine en presentar al mexicano como narcotraficante o como víctima de las circunstancias, el mexicano moreno, y no es así, yo veo diariamente a mexicanos que se levantan a trabajar… Y todo Latinoamérica, lo mismo pasa en Colombia... o en Argentina, donde le dicen el ‘negrito’, o sea el que viene de las provincias, al que le dicen que es flojo, y no, es gente que lucha todos los días y va contra la marea, porque va con todas las de perder. Entonces hay gente que sobresale y eso se da mucho en el box. En 12 rounds olvidé mencionar que también sale el Chepo Reynoso, entrenador y manager del ‘Canelo’ [por el pugilista multicampeón mexicano Saúl ‘Canelo’ Álvarez]. Él hace de mánager en la película y yo estuve dos años entrenando con él, para aprender box, y veía cómo la gente que va a entrenar boxeo viene de muy abajo... Una vez vi a un señor comiéndose un yogur y se veía con hambre y le pregunté y me dijo que estaba tratando de agarrar un poquito de proteína, porque no tenía para comprar un bistec, “porque si no me voy a caer, voy a pelear muy mareado…”. Me inspiré mucho en ese personaje… Es difícil aguantar 10 rounds a los golpes y no haber comido.
Esa gente sí que la pelea..
Así es… aquí estamos en el paraíso! (risas). Y entonces me inspiró, yo quería presentar un personaje así, que al final ganaba. Porque en Latinoamérica casi siempre estos personajes al final terminan siendo los delincuentes, o bien víctimas de las circunstancias. Y a veces castigados hasta por Dios, por castigo divino, porque hicieron algo mal… Ves pocas películas de héroes, que te despierten good feelings. Y eso genera la película, que te dan ganas de hacer las cosas, de luchar y de no rendirte.
A propósito del éxito de La forma del agua, ¿alguna reflexión sobre el momento que vive el cine mexicano?
Pues yo creo que es increíble. No ha habido, ni en la época de oro del cine mexicano [período de gran creatividad y reconocimiento internacional de las producciones de México, al promediar el siglo 20] estuvimos tan bien. En cinco años, cuatro directores mexicanos ganan el Oscar. Tres Oscar por fotografía seguidos. Y no solo Guillermo del Toro y Alejandro González Iñárritu, también tienes a Guillermo Navarro, Gabriel Beristain -fotografía de Iron man-, tienes a Rodrigo Prieto, es decir, cuentas ya a mucha gente mexicana que gana óscares, que va a Cannes... Por otra parte tienes el otro grupo de directores, más de arte, con (Carlos) Reygadas, Amat Escalante, Gerardo Naranjo, y hay un montón de gente que va y se presenta y cuando dices México…(hace un gesto de reconocimiento). Mi sueño es trabajar a esos niveles, lo único es que tienes que pagar a veces tu derecho de piso y poco a poco. Hace diez años platiqué con Guillermo del Toro y me sorprendió, le dije que habíamos ido a ver Hellboy y le dije cómo puedo hacer yo para hacer algo así, porque lo que yo hago… y me dijo: "¿tú no has visto lo que yo he hecho al principio? Solo ten paciencia". Es muy generoso Guillermo del Toro. Me dio esperanzas.






